
¡Gracias abejas! Múltiples usos de la miel en la cocina
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- 04/08/2017
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Tener un frasco de miel en la despensa es como disponer de una fuente de riquísimas soluciones. Es un endulzante obsequiado por la naturaleza que puede incorporarse a muchísimas preparaciones dulces y saladas, y les da un sabor exquisito y una textura melosa y espesa bastante agradable.
Además de saber muy bien y ser tan versátil, es bastante beneficiosa para el organismo. Estimula la formación de anticuerpos gracias a que es rica en ácido ascórbico, magnesio, cobre y zinc. Además, ayuda a regularizar el funcionamiento intestinal y favorece el sistema cardíaco.
También es un excelente aliado de los niños, pues es una fuente natural de vitaminas y minerales y los ayuda a absorber mejor el calcio y el magnesio.
Más allá de conocer estos datos, muchas personas tienen dudas sobre cómo darle uso a ese gigante tarro o frasco de miel que guardan en la cocina, y por eso aquí están algunas de las preparaciones en las que se puede incorporar esta deliciosa sustancia.
Bebidas y cocteles
Sí, la miel puede ser fácilmente un sustituto del azúcar en algunas preparaciones. La diferencia está en que el azúcar prácticamente solo aporta dulzor y realza los sabores de los otros ingredientes, y la miel aporta su propio sabor, que a veces queda fuera de lugar en recetas específicas. Sin embargo, algunas bebidas calientes, como el té o el café, van muy bien con miel. A su vez, queda muy bien en cocteles combinada con sabores cítricos. El Bee’s Knees es un espectacular ejemplo, hecho a base de miel, jugo de limón y ginebra.
Los smoothies también son una espectacular opción. Algo de fruta con menta o hierbabuena y una generosa cucharada de miel puede quedar fenomenal.
Pastelería y helados
Este es probablemente el uso más habitual que se le da a la miel en el ámbito gastronómico. Es un aditivo muy interesante que confiere muy buen sabor y cuerpo a bizcochos, tortas, galletas, helados y mousses. Suele ir muy en armonía con jengibre, tonos cítricos, como naranja y limón, frutos secos, como nueces y almendras, entre otros ingredientes tradicionales de la repostería.
Unas galletas de miel y canela pueden ser una estupenda idea, y quedan con un color marrón bastante provocativo. El queso es otro perfecto amigo de la miel, que en una buena torta de queso criollo resulta espectacular.
Aderezos de ensaladas
Una buena vinagreta siempre queda estupendamente bien con el toque dulce de la miel. Con solo un poco de aceite de oliva, vinagre de vino tinto o balsámico y un poquito de miel se obtiene una vinagreta bastante rica. En aderezos, también va fenomenal con un poco de mayonesa, mostaza de Dijon, aceite de oliva y pimienta.
Por lo general, la miel se adapta perfectamente a los tonos ácidos de las ensaladas, producto de los tomates y pepinos, entre otros. Se puede usar para caramelizar nueces o almendras tostadas y agregarlas troceadas con un poco de lechuga y queso feta.
Salsas y glaseados
He aquí uno de los usos más espectaculares de este manjar. Es sumamente adecuada para crear salsas dulces, semidulces o agridulces que van muy bien con carnes y mariscos. Además, funciona para marinarlas y glasearlas a la perfección. Unas alitas de pollo fritas con glaseado de miel es una rica alternativa.
También sirve para hacer pollo salteado al estilo oriental con salsa de miel y ajo, que por lo general suelen ligar con compota de alguna fruta no cítrica, como manzanas o peras.
En salsas picantes, como BBQ, siracha y tabasco, queda fenomenal, sobre todo con un buen lomo de cerdo o res.
Una marinada con miel bastante conocida es la que suele utilizarse para cortes de cerdo, que lleva mostaza y salsa de soya.
Si después de estas ricas recomendaciones no empieza a comprar miel cada mes, ha fallado como buen cocinero entusiasta.
Con información de Serious Eats.