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Agricultura

«De Pimentón a Pitahaya: Quíbor se reinventa ante el cambio climático»

Lara.- En las casas de cultivo de Tintorero se producen plántulas de hortalizas y frutas que abastecen a agricultores de 17 estados de Venezuela. Aunque son reconocidos por la comercialización de pimentón y tomate, se abren paso con otros rubros, como la pitahaya o productos gourmet.

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«De Pimentón a Pitahaya: Quíbor se reinventa ante el cambio climático»

La resiliencia campesina ha convertido a Campo Lindo en epicentro de innovación agrícola con casas de cultivo, lombricultura y proyectos comunitarios de siembra de árboles

En el Valle de Quíbor, una de las zonas agrícolas más importantes del estado Lara, los productores diversifican sus cultivos; incursionan en el uso de fertilizantes orgánicos para mejorar los suelos y lideran una iniciativa de reforestación para mitigar el aumento de las temperaturas. El equipo de Cotejo.info visitó seis casas de cultivo para conocer sus experiencias.

De pimentón a pitahaya

De pimentón a pitahaya

Tintorero es una de las parroquias del municipio Jiménez. El lugar es conocido por su mercado de artesanía, pero la producción de plántulas, en Campo Lindo y demás caseríos, es otra de sus economías principales y logra abastecer a agricultores de 17 estados de Venezuela.

Los productores locales son pioneros en la germinación de semillas o siembra en casas de cultivo protegidas, también llamadas invernaderos.

Los productores locales son pioneros en la germinación de semillas

Los productores locales son pioneros en la germinación de semillas

Leida Lovera y Blasina Vargas, entre las primeras en incursionar en esa práctica, recuerdan que comenzaron en 2001 por recomendación del departamento de comunicación y extensión del Sistema Hidráulico Yacambú Quíbor.

Durante la construcción de esa obra, que prometía surtir de agua las tierras cultivables del Valle de Quíbor, los agricultores cambiaron la siembra en campo abierto y empezaron a levantar sus invernaderos.

El uso de agua en los cultivos se redujo con la transición, un punto a favor de los agricultores de Tintorero que se abastecen de la represa Dos Cerritos con limitaciones y que esperan la aprobación de un proyecto para obtener agua subterránea y separarse de la tubería matriz que surte a tres municipios (Morán, Jiménez e Iribarren).

El Valle de Quíbor tiene una superficie agrícola de 26.000 hectáreas, de las cuales se utilizaban 5.000 para la siembra. En 2020 solo había 400 hectáreas cultivadas, según el técnico agropecuario Lorenzo Monasterios/ Foto: Jesús Hernández

El Valle de Quíbor tiene una superficie agrícola de 26.000 hectáreas, de las cuales se utilizaban 5.000 para la siembra. En 2020 solo había 400 hectáreas cultivadas, según el técnico agropecuario Lorenzo Monasterios/ Foto: Jesús Hernández

“Nos dejaron ver otra tecnología para sembrar. A campo abierto la producción corre riesgos por la lluvia, los pájaros, las hormigas y otros factores externos. La gente comenzó a darse cuenta que había más control sobre la siembra y comenzamos a crecer en casas de cultivo de distintos tamaños”, cuenta Lovera, vocera de la Asociación Civil de Productores y Semilleros de Campo Lindo (Aciprosemcla).

Desde su creación, las casas de cultivo en Tintorero funcionan como negocios familiares o que emplean a vecinos. Este es un motivo de orgullo para las personas que dedican hasta 12 horas diarias al cuidado de las plantaciones. Los meses de agosto y septiembre registran la mayor demanda de plántulas, comenta Nairobi Valenzuela, quien abrió su primera casa de cultivo en 2010.

Trabajar en comunidad les ha permitido resistir y superar obstáculos en el pasado, como la escasez de semillas o combustible; la inseguridad; la falta de créditos o pérdidas económicas por el contrabando de hortalizas de Colombia. Ahora, se unen por otras causas comunes, como proteger sus cultivos de las altas temperaturas, asociadas a la deforestación o el acceso a otra fuente de agua.

La palabra resiliencia define a los agricultores, reitera Lovera. “Es un término adecuado porque nos hemos reinventado para seguir trabajando, para seguir produciendo y para no quedarnos sin hacer nada sino buscar opciones”, agrega.

Según estimaciones de Fedeagro, las casas de cultivo en la parroquia Tintorero pueden producir 80 millones de plántulas al mes, aunque no siempre operan al 100 % de su capacidad. / Foto: Jesús Hernández

Según estimaciones de Fedeagro, las casas de cultivo en la parroquia Tintorero pueden producir 80 millones de plántulas al mes, aunque no siempre operan al 100 % de su capacidad. / Foto: Jesús Hernández

Reforestar para enfriar la tierra

En Campo Lindo hay una práctica ecológica que los agricultores esperan extender. Nairobi Valenzuela facilitó sus espacios para germinar 8.000 semillas de árboles araguán con el propósito de reforestar Tintorero y otras localidades desde mediados de 2023.

Valenzuela junto a Rafael Lovera, Vargas, Corobo y otros productores, sembraron los árboles en sus calles y desde hace dos años se dedican a regarlos para que se conviertan en árboles frondosos que den sombra, oxígeno y pueden contribuir en la preservación de las plántulas que adquieren en las zonas agrícolas de Venezuela.

El aumento de las temperaturas genera una mancha de hierro en las plántulas que los obliga a usar más fungicidas, advierte. Además del incremento en el costo de producción, los campesinos temen que se dañen los cultivos o resulte afectado el desarrollo de las plántulas.

Esta inquietud ha llevado a los agricultores a llevar semillas y un mensaje de conservación de la flora hasta las escuelas y otros espacios o a convertir sus jardines en pequeños oasis en pleno semiárido.

En la granja María de la O aprovechan el estiércol de ovejos para alimentar lombrices que producen humus, utilizado como fertilizante para sus cultivos y los de otros agricultores que viajan de otros estados para adquirir el bioinsumo. / Foto: Jesús Hernández

En la granja María de la O aprovechan el estiércol de ovejos para alimentar lombrices que producen humus, utilizado como fertilizante para sus cultivos y los de otros agricultores que viajan de otros estados para adquirir el bioinsumo. / Foto: Jesús Hernández

Producción para todo el país

El ingeniero agrónomo Oswaldo Castellanos, quien trabaja en la localidad desde 2008, afirma que el Valle de Quíbor es la zona predilecta para la producción de plántulas porque las temperaturas son idóneas para el desarrollo de hortalizas durante todo el año.

“Las noches son muy frescas y los días tienen alta radiación solar. Esas características del clima son favorables para la producción de hortalizas”, sostiene.

Lovera y Vargas dicen que en el caserío Campo Lindo germinan las semillas para agricultores de Anzoátegui, Aragua, Bolívar, Carabobo, Falcón, Mérida, Táchira, Trujillo, entre otras regiones, que encuentran más rendimiento a la producción a partir del traslado de las plántulas por su rendimiento y resistencia, explica Vargas.

Al principio, la producción de plántulas se concentraba en pimentón y tomates. Ahora, los agricultores del Valle de Quíbor diversificaron los rubros y comercializan plántulas de pepino, ají, cebolla, repollo, hojas verdes, parchita, lechosa y guayaba, entre otras.

Inspiración en Netflix

En la granja María de la O, el productor Rafael Corobo apostó hace una década por diversificar cultivos y recuperar suelos afectados por el abuso de agroquímicos. La inspiración le llegó tras ver en Netflix el documental Mi gran pequeña granja, que narra cómo una pareja estadounidense rescató tierras degradadas con prácticas tradicionales.

Desde 2019, Corobo aplica esas ideas: construyó una estación de lombricultura, utiliza estiércol y suero de ovejos, prepara insumos orgánicos con melaza, arroz o canela, y explora rubros alternativos.

La zona es privilegiada, pero muchos se concentran en los mismos cultivos. Una pitahaya o un melón amarillo pueden tener más valor en el mercado que una cesta de pimentón de 13 kilos que no supera los siete dólares, explica.

Su finca también se convirtió en laboratorio de aprendizaje: más de 1.000 estudiantes han visitado las instalaciones para conocer los beneficios del humus de lombrices que producen.

 

Cotejo.Info

 

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