Agricultura
Biotecnología agrícola a prueba de clima
El Ivic posee un centro para realizar investigación, desarrollo e innovación en el sector agrícola
La biotecnología agrícola se erige como una herramienta crucial para potenciar la producción de alimentos en Venezuela, un país con una vasta diversidad de climas y desafíos productivos.
Esta disciplina integra la biología, la genética y la microbiología con la ingeniería y la tecnología para desarrollar soluciones innovadoras que mejoren los cultivos, optimicen los procesos agrícolas y garanticen la seguridad alimentaria.
Se trata de la aplicación de técnicas científicas y tecnológicas, que pueden ir desde lo clásico hasta lo moderno (como la ingeniería genética), para modificar organismos vivos o partes de ellos, con el fin de obtener productos o procesos de interés en el sector agropecuario.
El desarrollo de la biotecnología agrícola en Venezuela está en marcha en instituciones como el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (Inia) y la Fundación para la Investigación Agrícola Danac (Fundación Danac), entre otras.
Desde ahí han concentrado esfuerzos en este campo, apoyándose en el eje central de los estudios biotecnológicos.
Se ha orientado a la mejora genética de rubros estratégicos adaptados a las distintas condiciones agroecológicas del país, con énfasis en la resistencia a plagas y el cambio climático.
En cuanto al maíz (Zea mays) se han realizado estudios de genética de poblaciones para comprender la diversidad del maíz venezolano. Los programas de mejoramiento combinan métodos clásicos con herramientas biotecnológicas para desarrollar híbridos y variedades de alto rendimiento, resistentes a enfermedades locales y más eficientes en el uso de nutrientes.
Para el arroz (Oryza sativa) programas como el ejecutado por la Fundación Danac han liberado variedades que incorporan resistencia a enfermedades clave como el virus de la hoja blanca y tolerancia a plagas como la Sogata, utilizando la selección asistida por marcadores moleculares para acelerar el proceso. También se han analizado las bases genéticas de los cultivares liberados.
La yuca (Manihot esculenta) es de gran importancia para la seguridad alimentaria, la yuca ha sido objeto de investigaciones en cultivo de tejidos para la propagación rápida de material sano y la preservación de germoplasma. Se busca desarrollar variedades con mayor rendimiento y tolerancia a enfermedades virales que impactan la producción.
Infraestructura y proyectos clave
Existen laboratorios especializados como el Laboratorio de Mejoramiento Genético de Plantas y el Centro de Biotecnología Agrícola en el Ivic que impulsan la investigación en genómica, proteómica, y el desarrollo de bioinsumos y biocontroladores como alternativa a los plaguicidas químicos.
En este sentido, la biotecnología agrícola en Venezuela busca garantizar la soberanía y seguridad alimentaria mediante el desarrollo de una agricultura más productiva, sostenible y resiliente, aprovechando la ciencia para adaptar los cultivos a los retos locales.
Aplicaciones fundamentales
Mejora la genética ya que se utiliza para desarrollar variedades de cultivos con características agronómicas superiores, como mayor rendimiento, mejor calidad nutricional o mayor tolerancia.
En cuanto a la resistencia a estrés biótico y abiótico, este se enfoca en crear cultivos inmunes a plagas, enfermedades (estrés biótico) y a condiciones ambientales adversas como sequía, salinidad o altas temperaturas (estrés abiótico), problemáticas comunes en las regiones de Venezuela.
El diagnóstico y control, permite la detección rápida y precisa de patógenos y plagas en los cultivos.
Producción de bioinsumos, incluye el desarrollo de biofertilizantes, bioestimulantes y biocontroladores (microorganismos beneficiosos) que sustituyen o complementan a los agroquímicos sintéticos, promoviendo una agricultura más sostenible.
Respecto a la conservación de germoplasma, técnicas como el cultivo de tejidos se usan para preservar material genético valioso de especies nativas o de importancia estratégica, lo que asegura la fitogenética.
La biotecnología agrícola emplea un conjunto de métodos, que van desde los más sencillos y tradicionales, hasta las técnicas más modernas:
Cultivo de Tejidos y Micropropagación (Biotecnología Clásica): Consiste en cultivar fragmentos de plantas (células, tejidos, órganos) en medios nutritivos estériles para obtener un gran número de plantas genéticamente idénticas en poco tiempo.
En Venezuela, es clave para la propagación rápida de material vegetal sano y de alto valor como el plátano, la yuca o la papa y para la conservación de germoplasma en todos los sectores de la agricultura.
Datos
Ingeniería genética. Implica la transferencia de genes específicos entre organismos para conferir una característica deseada, resultando en organismos genéticamente modificados (OGM) o transgénicos. Si bien su aplicación en el país está sujeta a rigurosas regulaciones y debate ético, el conocimiento de esta técnica es fundamental para el avance científico y la aplicación de la biotecnología agrícola.
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