Hambre en América Latina: 42,5 millones de personas subalimentadas según la FAO

Es el tercer año consecutivo en que distintas oficinas y agencias de Naciones Unidas se coordinan para publicar este reporte. Según el informe ‘Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2019’, “820 millones de personas siguen padeciendo hambre en todo el mundo”, una cifra que supera a la población actual de toda Europa.

“El hambre está aumentando en casi todas las subregiones de África, la región con la prevalencia de la subalimentación más elevada, situada en casi el 20%. También está aumentando lentamente en América Latina y el Caribe, aunque la prevalencia en la región todavía se sitúa por debajo del 7%”, señala el informe en el que se resalta que a 2018, mientras el 17,2% de la población en el mundo sufre una inseguridad alimentaria moderada, en América Latina esa tasa es del 21,9% de la población de la región.

En África, tanto la población con inseguridad alimentaria moderada como la que está en situación grave, supera todos los promedios: el 31% y el 21,5%, respectivamente.

El documento explica que “las personas que experimentan inseguridad alimentaria moderada se enfrentan a incertidumbres en cuanto a su capacidad para obtener alimentos y se han visto obligadas a aceptar menos calidad o cantidad en los alimentos que consumen”, mientras que la inseguridad alimentaria grave apunta a quienes no tienen alimentos o pasan varios días sin comer.

El informe reúne los esfuerzos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD), la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Los analistas explican que el hambre está aumentando en regiones donde la economía no ha tenido un crecimiento sostenido, allí donde los conflictos han prevalecido y han dado como resultado el aumento de procesos migratorios, entre otros fenómenos.

Venezuela, el caso de estudio del hambre en América Latina y el Caribe

Según el informe, a 2018 había 42,5 millones de personas con hambre en América Latina y el Caribe. En América del Sur, particularmente, “la prevalencia de la subalimentación pasó del 4,6% en 2013 al 5,5% en 2017”. Un aumento que “se debe a la desaceleración económica experimentada por varios países, especialmente la República Bolivariana de Venezuela, donde la prevalencia de la subalimentación casi se cuadruplicó, al pasar del 6,4% en 2012-14 al 21,2% en 2016-18”. El informe resalta que esta crisis coincidió con el crecimiento de la inflación y el descenso acelerado del PIB en el país.

Según el análisis del informe, las tasas de prevalencia de subalimentación son mayores en el Caribe y América Central respecto a las cifras del sur, pero ese porcentaje ha disminuido en los últimos años.

Dentro de los mensajes principales, el informe resalta que “el hambre ha aumentado en muchos países donde la economía se ha ralentizado o contraído, sobre todo en países de ingresos medianos. Además, las conmociones económicas están contribuyendo a prolongar y agravar las crisis alimentarias ocasionadas ante todo por conflictos y perturbaciones climáticas”.

Las principales cifras del informe sobre seguridad alimentaria de la FAO

Además de las alertas sobre América Latina, el documento apunta que de las 821,6 millones de personas que pasan hambre en el mundo, 256,1 millones están en África, 513,9 millones en Asia y 2,6 millones en Oceanía. En 2015, la cifra de personas con hambre alcanzaba los 785,4 millones, de ahí que las organizaciones alerten sobre los obstáculos para alcanzar el objetivo de hambre cero para 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El documento también alerta sobre la brecha para alcanzar otros puntos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Según las metas, para 2030 solo el 10,5% de los recién nacidos en el mundo debería tener bajo peso al nacer, pero la tasa que registra el informe es del 14,6%. Adicionalmente, para el 2030, solo el 12,2% de los menores de 5 años en el mundo debería tener retraso en el crecimiento, pero las cifras de 2018 apuntan a que ese retraso se presenta en el 21,9% de los casos. Sobre la obesidad, la meta de los ODS es que máximo la sufra el 11,7% de la población mundial, pero el informe registra que después de que en 2012 esa tasa llegara a la meta, en 2018 volvió a incrementar al 13,2%.

El informe añade que “en los países de ingresos medianos altos y altos, vivir en un hogar afectado por inseguridad alimentaria es un indicador de obesidad en niños en edad escolar, adolescentes y adultos”.

El informe concluye que los Estados deben emprender acciones de corto y largo plazo para contrarrestar la vulnerabilidad de los sectores más propensos a sufrir inseguridad alimentaria. A corto plazo, “resulta crítico fortalecer la capacidad
de ahorro mientras la economía crece” y el documento añade que la respuesta puede incluir “programas de protección social específicos”.

En el largo plazo, por otro lado, el informe sugiere reducir la dependencia de las economías de los productos básicos y, como parte de esta estrategia, “transformar los sistemas agrícolas y alimentarios a fin de que el tipo de productos y la calidad de los alimentos que producen contribuyan a mejorar el acceso a alimentos más nutritivos para todos”.

France 24 / César Rojas Ángel