
Asdrúbal Oliveros: “El país necesita $ 25.000 millones para recuperarse”
- EconomíaNoticias
- 12/02/2019
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El experto evaluó la realidad país en términos de hiperinflación, petróleo, mercado cambiario y efectos de las sanciones del gobierno de Estados Unidos a Pdvsa.
Con amplia fe en la recuperación del país en medio de la profunda recesión que este atraviesa, Asdrúbal Oliveros, economista y socio-director de la firma Ecoanalítica, ve un cambio político como uno de los aspectos con mayor peso para lograr la anhelada estabilidad económica en Venezuela. Apuntó que, de haber una transición política, el Producto Interno Bruto (PIB) podría recobrar un 25% y 30% de crecimiento en apenas un año. Además, en ese escenario, señaló que el país requeriría al menos $ 25.000 millones en préstamos para recuperarse de la crisis.
Oliveros , egresado Summa Cum Laude de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en el 2001, conversó con PANORAMA sobre la actualidad económica del país, durante su visita a Maracaibo.
—¿Cuánto tiempo y cuántos recursos necesitaría Venezuela para salir de la espiral de recesión?
—Ya hay varios elementos para mirar eso. El punto más destacado son las importaciones. En este momento estamos importando cerca de $ 12.000 millones, un monto extremadamente bajo, que no permite que la industria local tenga acceso a todos los insumos, materias primas y bienes intermedio y por esto está trabajando muy por debajo de plena capacidad, entre 15% y 20%. Es un monto que no permite cubrir todas las necesidades de abastecimiento que la población requiere.
Venezuela necesita como un mínimo de importaciones que estén por el orden de los $ 30.000 millones y estamos incluso por debajo de la mitad de ello. Eso da una muestra de lo lejos que estamos de estabilizar la economía vía las importaciones.
Otra manera de ver esto es vía la balanza de pagos y déficit externo, cuando ves cuáles pueden ser las vías de financiamiento de Venezuela para cubrir un incremento de importaciones, para darle robustez a las reservas internacionales y con ello poder defender un tipo de cambio; facilitar la inversión petrolera que es fundamental, para esos cuatro elementos se necesitaría entre 20 y 25 mil millones de dólares por año, que ingresen de alguna manera, fuera de lo que ingresa al Estado. ¿De dónde van a venir esos fondos? En una primera etapa, de organismos multilaterales, inversión extranjera, tanto local como privada, incluso de gobiernos bilaterales, de donaciones, ahí se abre el abanico bastante amplio para empezar a estabilizar la economía porque Venezuela sola, incluso haciendo las cosas bien, no tiene la capacidad de estabilizarla porque no tiene esa cantidad de dinero.
—¿A cuánto asciende la deuda de Venezuela y qué margen de maniobra tiene el Gobierno para superarla?
—Los pasivos del estado en este momento, por lo menos hasta diciembre de 2018, suman alrededor de 145 mil millones de dólares, es una cifra importante, prácticamente 150% del Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela, equivalente a ello, y de alguna manera hay una parte de esos pasivos que están hoy en default y que se va a tener que reestructurar y otra parte que no.
La deuda de Venezuela tiene muchas categorías, hay deuda con multilaterales, deudas con China y Rusa, incluso con el sector privado, nacionalizaciones, expropiaciones… el tratamiento que se le de a cada una de esas categorías es diferente.
—¿Caerá el país este año en default definitivo?
—Venezuela entró en default a finales de 2017, alrededor de noviembre, y a partir de allí ha venido incumpliendo con sus pagos de forma importante. Si se suman los recursos entre octubre del 2017 y diciembre de 2019, es decir, se toma todo lo que paso en 2018 y la proyección de 2019, estamos hablando de que se han dejado de pagar alrededor de $17.000 millones en compromisos de deudas, que nos pone en una posición complicada frente a los acreedores que buscan de alguna manera cobrar, buscan tomar activos de Venezuela, y por eso un poco la medida que tomó la administración del gobierno de Donald Trump referente a Citgo.
Siempre se puede salir del default. En la medida que pasa el tiempo se complica aún más, el mercado va perdiendo la paciencia, se hace un poco más escéptico, empiezan los títulos a cambiar de mano, probablemente empiezan a cambiar de fondos institucionales como bancos, fondos que de alguna manera es mucho más sencillo poder negociar con ellos que con fondos buitres, el problema con estos últimos es que esos fondos son mucho más agresivos a la hora de negociar, no están dispuestos a aceptar una quita importante de la deuda y quieren cobrar todo. Entonces, a medida que pase el tiempo y nuestra deuda vaya pasando de fondos institucionales a estos fondos buitres se puede comprometer aún más la reestructuración de esa deuda en el futuro.
—¿Cuánto dejaría de percibir Pdvsa por exportaciones petroleras para 2019, en un contexto de sanciones?
—En un escenario sin sanciones estimábamos un ingreso de petróleos de 15.600 millones de dólares este año, que es una caída importante porque de alguna manera la caída de producción producto de los problemas que tiene Pdvsa producto de los problemas que tiene más allá de las sanciones. Con las sanciones, en la revisión que estamos haciendo, vemos que esos ingresos pueden caer por encima de los 9,5 millardos de dólares, una contracción bien significativa en términos, porque se aceleraría la caída en producción dado que Venezuela no puede comprar aditivos o muchos de los que compra están en Estados Unidos; y, adicionalmente, Venezuela va a tener que aceptar descuentos importantes en la facturación del crudo a otros países que se lo compren, bueno dado los problemas de almacenaje y de colocación de crudo que pueda tener ese crudo que mandaba a EE UU.
—El Gobierno dice que puede vender petróleo a Rusia, a China…
—Vender petróleo no es tan sencillo, no es como comercializar un producto terminado, tiene unas características muy particulares, tiene que ver con la composición química, el grado de azufre, los grados API, cuan liviano o pesado sea el crudo, la capacidad de las refinerías para procesarlo, los contratos de seguros, los tanqueros, la distancia, los fletes, hay una cantidad de elementos que están ahí, que tienes que renegociar y negociar para venderlo. Nuestro crudo que va a EE UU no es apto que lo compren muchas refinerías en el mundo, probablemente algunas refinerías de China e India, pero la pregunta es que si esas refinerías tienen la capacidad de aceptar petróleo venezolano.
Luego te queda el mercado spot que es el mercado de comercialización global del petróleo, pero es muy agresivo en términos de descuentos porque gana por eso, por el arbitraje, por el diferencial. Entonces Venezuela podría comercializar algo de crudo pero con unos costos importantes, que en partes te explican entonces por qué estamos viendo una caída de ingresos.
—¿Se puede revertir la caída de la producción petrolera o estima que baje mucho más?
—No soy optimista respecto al tema producción petrolera bajo la presidencia de Nicolás Maduro y sin un cambio de modelo político, sobre todo porque además Pdvsa es una empresa sancionada, aislada, no tiene capacidad, por ejemplo, de poder reestructurar su deuda, de acceder a financiamiento, hay un tema confianza importante, entonces creo que en estas condiciones no.
Ahora bien, en medio de un cambio de país, de modelo, creo que puede haber una recuperación importante. Los estudios que hemos visto es que puedes tener en el primer año puedes recuperar un salto entre 300 y 400 mil barriles, luego ya entre 100 mil barriles diarios, en promedio por año. Pero sí puedes de alguna forma empezar a recuperar producción con un cambio.
—¿Cuántos años puede tardar el país en recuperar la caída del PIB?
—Hemos hecho algunas simulaciones, suponiendo que haya una transición política ordenada, no caótica, puede haber una recuperación entre 5 y 10 años, desde el primer año se empezará a ver recuperación. En un escenario de transición, la economía puede crecer 25% – 30% en un año, lo que pasa es que ha caído muchísimo, después esas tasas se van moderando.
En un lapso de 10 años se puede llegar a los niveles de 2012, por supuesto que ya niveles mucho más elevados como 2008 o 2006, que son picos importantes, va a tardar un poco más.
—¿Cuál es su proyección del porcentaje de hiperinflación para 2019?
—En un escenario optimista —y puede sonar un tanto cínico, por la cifra estrambótica— se pudiera estar teniendo una inflación este año de cerca de 3,5 millones %, ligeramente superior a la del año pasado que según medición nuestra (de la firma Ecoanalítica) estuvo en 2.000.000%, pero eso es un escenario optimista. En un escenario un tanto más pesimista, pudiéramos estar hablando de una inflación que supere con creces los 10.000.000%, incluso muy por encima de lo que estima el FMI. Aquí hay que hacer una aclaratoria: estimar inflación en hiperinflación es una tarea titánica imposible, porque va cambiando constantemente y un cambio en la tasa, como son cifras tan grandes, puede cambiar de forma importante la proyección anual, es difícil, pero lo que sí queda claro que en medida que el gobierno no resuelva los desequilibrios, esa hiperinflación se va a seguir manteniendo, se va a acelerar y con ella la dolarización de la economía que es como la respuesta natural de los ciudadanos frente a esto.
—¿Es posible una estabilización de precios en Venezuela?
—Claro, ejemplos sobran en el mundo. No hay hiperinflación eterna. En promedio las hiperinflaciones pueden durar dos años, aproximadamente, siempre son ciclos muy agresivos y muy destructores pero terminan. Generalmente terminan y cambian los políticos o cambian las políticas, pero siempre los países logran salir de allí, las sociedades no son las mismas, la mayoría de alguna manera aprenden de la hiperinflación, toman consciencia de la importancia de lo que significa la estabilidad de los precios, de las instituciones, y de verdad que es muy raro encontrar un país que repita un proceso hiperinflacionario, generalmente un país que pasa por un proceso tan rudo como esto, su sociedad aprende y no vuelve a repetirlo. Ojalá Venezuela haya aprendido la lección y no repitamos un ciclo como este que nos ha empobrecido tanto.
—¿Qué piensa del nuevo Dicom y el Interbanex…. Cree que el gobierno descubrió la fórmula para cercar al dólar paralelo?
—El mercado cambiario tiene que verse desde un contexto integral, y esa es una falla primaria de Maduro, en términos de pensar en que puede estabilizar el mercado cambiario sin resolver otros desequilibrios que tiene la economía venezolana, como el desequilibrio externo y fiscal. La única manera de que se estabilice el tipo de cambio es que de alguna manera también se corrija el déficit fiscal, que haya una política monetaria acorde con eso, puedas corregir el problema externo donde tienes un déficit muy profundo de balanza de pago. Como nada de esto se ha atendido, la solución del problema cambiario no llega.
En el caso específico de Interbanex, de la depreciación del Dicom, lo que termina pasando es que hay tres elementos centrales de todo mercado cambiario: transparencia, confianza y facilidad, que no sea engorroso acceder, y creo que allí hay una falla importante en cuanto a la confianza de los agentes, que todavía no sienten que de alguna manera es viable entrar allí, aunque la tasa sea atractiva. Eso habla entonces de que el Gobierno tiene que dar pasos firmes para establecer confianza y para motivar a los agentes. Puede verse en los volúmenes transados en Dicom e Interbanex, son bastante bajos.
El otro elemento que tiene esta plataforma es que todavía no se ha incorporado la mayoría de los agentes financieros, hasta ahora solo hay dos bancos, habría que ver en la medida que se vayan incorporando otros bancos, si fuere el caso, si de alguna manera eso le va a dar mayor robustez a la oferta y la demanda. Yo estimo que con el problema económico tan grave que tiene Venezuela, este endurecimiento de las sanciones por parte de la administración de Trump, que de alguna manera eleva significativamente el déficit externo de Venezuela y complica la entrada de divisas, no hay razones para pensar que el tipo de cambio se pueda mantener estable y bajo, y por eso podemos ver esa presión al alza que comenzó de una forma muy tímida esta semana y a medida que agudice la crisis se va a profundizar.
—¿Cuánta inversión requiere el sector petrolero para recuperarse?
—En un estimado mínimo podemos estar hablando en torno a un rango de 15.000 y 25.000 millones de dólares, va a depender de las condiciones, de la apertura, de las facilidades regulatorias, fiscales e impositivas que se den de comercialización del crudo, para que venga la inversión. Vas a tener que depender mucho de inversión privada porque Pdvsa no tiene capacidad de financiarse.
—¿Qué impacto tienen estas sanciones de EE UU a Pdvsa?
— Hay un tema de caída importante de casi 5 millardos de dólares, problemas adicionales en el mercado interno de combustibles, de comercialización, tendremos una escasez estructural de gasolina, que probablemente será mucho más aguda de lo que ya es, como en la región zuliana, vas a tener también afectaciones al transporte de mercancía sobre todo de regiones alejadas hacia el centro, por ejemplo traer a Caracas verduras o frutas puede verse afectado por la problemática de combustible, creo que van a empezar a surgir mercados negros de combustible que van a encarecer significativamente el precio del combustible en ese mercado, y una caída muy drástica o más acelerada en términos de producción petrolera.
—El cono monetario actual pasó por lo mismo que su antecesor. ¿Cómo detener la devaluación del bolívar?
—Cuando ves la devaluación del bolívar te das cuenta de que en un año ha perdido el 99% de su valor, es decir, se ha pulverizado, y efectivamente hoy el cono monetario ya quedó caduco. El billete de 500 bolívares no te permite comprar ni siquiera un dólar. En principio, el Estado debería sacar, por lo menos en una primera etapa mientras esto no se resuelva, billetes de mayor denominación, deberíamos estar viendo billetes de mayor de denominación, de 2.000, de 5.000 y diría que hasta billetes de 100.000 soberanos. El gobierno siempre es tardío en hacer esto y en un lapso muy corto vamos a tener que volverle a quitarle más ceros a la moneda si esto no cambia, esperemos que no tengamos que llegar ahí y Venezuela pueda transitar a un cambio importante de modelo, donde a lo mejor el cambio de moneda sea parte de un conjunto global de políticas.
Al final cualquier plan macroeconómico tiene que tener como premisa fundamental resolver la hiperinflación, porque es el flagelo más rudo que enfrenta la gente, con una capacidad de empobrecimiento muy agresivo, entonces el plan debe complementar como premisa fundamental que todo lo que se haga esté enfocado a que los precios se reduzcan significativamente rápido.
—Hay opiniones que apuntan a que con un cambio de Gobierno en cuatro meses la inflación se reduciría a un dígito. ¿Esto es posible?
—Es muy probable. Con un programa de estabilización profundo, con medidas en el déficit fiscal que busque corregir el déficit fiscal que es un elemento central de la hiperinflación, con medidas en el frente monetario, rescatando la independencia del Banco Central, un control importante de los agregados monetarios, por parte de las autoridades del banco central, con reformas dentro del sistema financiero que amerita una revisión exhaustiva de todo el sistema, de las tasas, de las comisiones, con medidas en el frente externo, recibiendo financiamiento internacional, buscando levantar la producción petrolera, medidas en el frente fiscal, es decir, teniendo acciones que apunten a la corrección de los desequilibrios que tiene la economía, en esa medida, la inflación puede responder con rapidez y empezar a descender.