
Disminuye en 50 % el consumo de productos de charcutería y embutidos
- Economía
- 23/09/2016
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“¡Cómo le voy a decir cuánto han aumentado los precios de la charcutería si tenía mis tiempos de no venir a comprar! No tengo cómo comprar, por supuesto, por falta de plata, todo es más costoso. La última vez que compré este jamón, el que llaman fiambre cachito, que es el más barato, estaba en 3 mil 200 bolívares y hoy está casi a cuatro mil”. De cómo hacía para rellenar las arepas, la señora Jacqueline Quintero agregó que en su casa no son amantes de la arepa y su hijo llevaba la mantequilla, pero lo que ella hacía “del almuerzo, dejábamos para la cena y completábamos con un huevito frito” o algo”.
Francisco Sánchez, por su parte, salió cabizbajo de una de las charcuterías de la ciudad. “La verdad que es un lujo, está como a 5 mil bolívares un ‘kilito’ de charcutería, no alcanza la plata, no se puede, a nadie le alcanza, pues se come lo que haya, otras cosas, arepa, pan, pura, sin nada” –comentó-.
Gustavo Mendoza también echó su cuento, apenas pudo comprar queso porque, dijo, le llega el momento del mes en que empiezan en su hogar a comerse las arepas puras, “igual que todo el mundo, porque usted puede comprar el queso y hasta el jamón, pero cómo hace para el fin de semana para comprar las verduras donde medianamente se gastan siete mil bolívares”.

Contó que cuando le dan el tique cesta, una vez a la semana compran el queso tipo paisa: “No es casi siempre, en esa semana compramos día por medio jamón de pavo, no gramos, pedimos, mil 500 de tanto, mil 500 de queso, y eso alcanza para una comida de seis personas; en la noche, una arepita rellena y sobra un poquito para el otro día. Ya la segunda semana se compra una sola vez pero puro queso, es lo que se puede comprar, porque dan más cantidad por 2 mil bolívares del tipo paisa que comprar dos mil bolívares de jamón, entonces usted lo ralla y lo acrecienta, rellena las arepas y rinde”.
Jorge Méndez, también salió preocupado; indicó que la merienda para su hija se la deberá sustituir por galletas “María”, que de 200 bolívares el paquete ahora supera los mil. “Algunas veces le compro otras que son más económicas, pero eso sí, cuando pida y que no vaya para el colegio, le recordaré que esa es su merienda escolar”.
Ricardo Sanabria, estaba pagando paquetes de queso, jamón y otros productos y cuando se le preguntó sobre los precios, aseguró que “se mantienen, el jamón ha subido, el queso se ha mantenido, yo compro de a medio kilo desde hace como cinco meses para acá, antes compraba el kilo, para como decía mi abuela, comer poquito y andar alegre, porque la plata no alcanza, la moneda se devaluó”.
50 % menos y más caro
Y es que en los hogares hay una especie de resignación por no poder comprar lo que durante muchos años ha sido el relleno de sus arepas o el pan del desayuno o la cena, porque el sueldo no les alcanza, así como en las charcuterías hay quienes dicen que las ventas de esos productos se han reducido en treinta por ciento, pero algunos coinciden en cincuenta por ciento.
Y mientras en algunos hogares, donde pueden comprar los conocidos embutidos y quesos, dicen que tratan de “estirarlos” para que les rinda para más de una comida, en las charcuterías han tenido que comprar menos productos.
—Las ventas han estado bajas, están demasiado bajas, de todo en general. La gente no tiene plata para comprar, se tiene que comer la arepa pura. Está muy cara la charcutería, los costos son demasiados elevados. Hay gente que gana muy poco y no tiene cómo solventar. Ahora hay de todo, pero no hace nada, estamos hablando de hace dos o tres meses, duró como quince días que no llegaba, y cuando llegó, la trajeron con aumento; por ejemplo, este jamón de pechuga de pollo sale en 5 mil 800 bolívares y antes estaba como a mil 500 y pico -informó el encargado de una charcutería de la ciudad-.
Dijo que la salchipollo de 23 unidades costaba 725 bolívares “y la subieron de un día para otro a 3 mil bolívares; la gente no tiene para comprar. Esta mortadela de pollo, de marca, costaba 920 bolívares, ahora cuesta 3 mil 300, precio justo, marcado con el PVP; esta salchipollo, que es más económica, viene marcada a 2 mil 927 y para que salga más rápido, porque tenemos código, la vendemos a 2 mil 600 bolívares, pero la gente que no lo tiene debe venderla a 3 mil.

Agregó que el chorizo ahumado, antes costaba mil 500 y ya va en 3 mil 500 bolívares. “De esta mortadela de pollo especial, se llevaba la gente hasta dos o tres barras, valía 900 bolívares y ahora está en 3 mil 300; claro que sí se la llevan, pero nosotros vendíamos alrededor de 4 a 6 cajas semanales, cada una trae 12 unidades, eran 60 mortadelas, y ahora vendemos una a la semana, si acaso. Todo está caro, solamente esta mortadela de pollo que es de menos calidad, viene marcada en 4 mil 97 bolívares” -dijo el comerciante, quien estimó que las ventas le han bajado en un cincuenta por ciento.
Menor calidad y menos duración
En las charcuterías dicen que “han tenido que mermar la compra de los productos porque si no hay venta, no se puede tener mercancía parada, aparte de que todo ha bajado de calidad, antes usaban químicos que preservaban más el producto y se mantenían más tiempo, ahorita dura menos, es más costosa y hay que venderla rápido porque se vende más rápido”.
Comentan por otra parte que la gente llega, pregunta y se va de inmediato aunque pueden llevar hasta 200 y 300 gramos.
—Porque el queso tipo paisa, por ejemplo, casi todas las semanas le han estado cambiando el precio, hace como dos meses costaba mil 800 bolívares y ahora vale 3 mil 800 el kilo; el llanero está a 3 mil y hace dos meses costaba como mil 200 bolívares, indicó una vendedora, que estima que el producto “ha bajado en ventas como en un cincuenta por ciento, por los altos costos que hay; los distribuidores dicen que tienen que ajustar los precios a como venden la leche a puerta de corral, en el caso de los quesos, obviamente que han subido impresionantemente porque como que no hay control en los precios, todas las semanas ellos me hablan así”.
El comerciante señaló que semanalmente dejaban casi 400 kilos de queso, ahora dejan solamente 100 kilos de cada tipo y a veces 60 kilos. Vendíamos muchísimo, las ventas se han reducido como en un 50 por ciento, porque han ido bajando y uno se ha ido adecuando al sistema y hemos tenido que dejar menos queso”.
No todos en las charcuterías se quejan, el propietario de una aseguró que “todo está normal, siempre que uno pide el producto, llega, no hay problemas”. Pero cómo han estado las ventas, reconoció que “también bajan pero no en un gran porcentaje, yo diría que un 30 por ciento”.
Explicó que algunas personas llegan a su negocio y no les alcanza para pagar, “entonces devuelven un poquito”, pero otros preguntan primero “y si les conviene el precio, hacen la compra, de lo contrario, se van sin comprar o llevan un cuartico o medio kilo, no es que el costo este exageradamente elevado, por ahí un 30 a un 40 por ciento, es porque no les alcanza el sueldo”. Al problema de las bajas ventas, se suma el de la inseguridad, manifestó una comerciante, quien dijo que el martes en la noche le bajaron la santamaría a su vecino y el fin de semana a otro, por lo que quienes antes trabajaban hasta las ocho de la noche corrido, ahora trabajan hasta las cuatro de la tarde.
—Estamos cerrando a las seis de la tarde por los constantes atracos e inseguridad, supuestamente están los cuadrantes, pero eso no pasa por aquí, la policía estadal está hasta las seis de la tarde, ya después quedamos a la buena de Dios. Parece que la policía solamente trabaja en horario de oficina -indicó la denunciante, que llamó a las autoridades a prestar la seguridad que requiere la población sancristobalense.