Lermit Mendoza: Venezuela sigue siendo tierra de esperanza
- Opinión
- 15/03/2023
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Abogado, fisioterapeuta, ganadero, vinicultor, dirigente gremial, asesor financiero, Lermit Mendoza fue hasta su muerte todas estas cosas, mas el ser un venezolano comprometido con las causas sociales más nobles. Al crearse el Movimiento DECODE fue uno de los primeros en solicitar incorporación.
Estaba en agenda publicar sus apreciaciones sobre la situación de los productores agropecuarios en Venezuela y sobre este tema discurrieron varias conversaciones, dándonos plazo para su publicación debido a sus constantes viajes y compromisos, dentro y fuera del país. Como un homenaje póstumo llevamos a nuestros lectores un resumen de los apuntes que quedaron en libreta y que constituyen un aporte importante para el sector agropecuario en el país.
SEMILLAS DE PROSPERIDAD
Es tradición en Venezuela hacer recuento de males y buscar en el pasado elementos y datos que dieron origen a los padecimientos del presente, no es que esté mal realizar cronogramas de las desgracias y hacer diagnósticos y propuestas con base a estos análisis históricos. Ese modo de pensar e investigar explica lo malo, ahora, debemos hacer ese mismo repaso histórico para explicar lo bueno y de estas manera ver que en muchas cosas hemos sido un país exitoso y diseñar caminos al futuro con fundamento en el orgullo y la convicción que somos gente victoriosa trabajadora, inteligente y productiva.
Venezuela logró un desarrollo importante en materia agropecuaria en pocos años. Nuestro siglo 19 fue de guerras permanentes que desolaron los campos, las primeras décadas del siglo 20 fueron de transición hacia la paz y la productividad y es a partir de los años treinta cuando en verdad se inicia una nueva etapa de institucionalización y desarrollo. Para la agricultura y la ganadería fue fundamental que en 1937 se fundara la Escuela Superior de Agricultura, como dependencia ministerial ya que en fue en 1945 cuando se adscribe la Universidad Central de Venezuela, al año siguiente, en 1938 se crea la Facultad de Veterinaria de la UCV, con estos dos pilares de conocimiento se genera en el país un proceso muy importante de crecimiento con base al conocimiento académico, la extensión universitaria y la incorporación del saber científico a la gestión y manejo de unidades productivas. Ello permitió que los créditos que daba el Banco Agrícola y Pecuario, creado en 1929, fueran más eficientes y orientados a obtener un mayor rendimiento y productividad. En el caso concreto de la ganadería vemos como la facultad de Veterinaria impulso el mestizaje en las cuencas ganaderas de Yaracal y Carora, En todas estas actividades siempre fue parte activa el gobierno nacional con la instalación de núcleos desde los cuales prestaban asistencia profesional.
Dentro de este recuento hay que destacar la creación de las escuelas granjas y las políticas oficiales de incluir el tema agropecuario en las escuelas rurales. Obligatorio citar la inauguración de la Escuela Granja Experimental El Macaro, en Turmero Estado Aragua, la cual formó a muchos venezolanos, de todas partes del país, para el desempeño de tareas agrícolas básicas. Luego las escuelas granjas se expandieron por toda la geografía nacional, generando una base de conocimientos agropecuarios en todas las zonas campesinas, creando así una cultura agropecuaria que se transformó en una mano de obra muy bien capacitada y eficiente. Así tenemos que en pocos años, en las décadas intermedias del siglo 20 Venezuela logró un desarrollo formidable que nos permitió una producción importante que nos acercaba al autoabastecimiento alimentario,
LA CARTERA AGRICOLA
Todo este esfuerzo de los productores del campo, con asistencia de profesionales y técnicos egresados de universidades y escuelas granjas, tuvo respaldo oficial mediante políticas de financiamiento. Hubo Bancos de capital público como el antiguo Banco Agrícola y Pecuario, luego Bandagro, el ICAP y otros de igual importancia, clave también fue la decisión de obligar a la banca privada de reservar un porcentaje de sus créditos para el financiamiento de las actividades agropecuarias, este porcentaje siempre estuvo alrededor del 15 por ciento. Esto sin duda fue una política de gran aliento que empujo con fuerza el desarrollo de todo el sector. Mención especial sobre este punto merece el Instituto de Crédito Agropecuario, ICAP, el cual tuvo que ser eliminado porque financieramente se hizo inviable al estar obligado por ley a cobrar tres por ciento de interés en una economía que fue intervenida por la inflación y para frenarla hubo que acudir a medidas de Banco Central que incluían aumento del encaje legal y su correspondiente incremento en las tasas de interés.
Al ICAP no lo podemos evaluar según su desempeño financiero sino por el gran apoyo técnico que presto a los pequeños productores del campo, ellos tenían asistencia técnica y asistencia contable, de esta manera fueron muy eficientes en su inversión y al mismo tiempo muy responsables en el pago de sus compromisos, ejemplo de ello es que la recuperación de créditos del ICAP siempre estuvo por encima del ochenta por ciento, esta es una cifra formidable dado el perfil de su clientela, productores de alta vulnerabilidad social y económica.
Lo importante de destacar en este recuento de los aspectos positivos que culminaron en la construcción de un aparato productivo rural eficiente, es que hubo unidad de objetivos entre el sector privado, el gobierno y las instituciones educativas. Con base a esta unión es que podemos levantar de nuevo el sector agropecuario en Venezuela. Allí están los venezolanos que quieren trabajar y progresar, falta unión entre el gobierno y el sector privado para que Venezuela se mantenga como una promesa de futuro, como una tierra de esperanza.
DIOS CON NOSOTROS
Lermit. Fuiste un caballero integral y permanecerás entre nosotros como un aliado del desarrollo material y espiritual de la sociedad. Dios contigo, Dios con nosotros. Jorge Euclides Ramírez
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