Venezuela compra pollos a empresa brasileña cuestionada por insalubridad
- Economía
- 24/03/2017
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La carne no pesaba en realidad lo que se reportaba en los informes oficiales. Pero eso no importaba; se le inyectaba agua para engañar a las básculas. También estaba próxima a vencerse, pero eso tampoco importaba; se falseaban los datos y se usaban químicos para disimular la pudrición. Este es el último escándalo de corrupción en Brasil. Se le llama ‘Carne Fraca’ (Carne débil) y es el resultado de una investigación de la Policía Federal a las grandes empresas exportadoras que incluyen a JBS y Brasil Foods (BRF S.A) por el “maquillaje” de la carne para venderla fuera del país.
Venezuela está salpicada. Fue el segundo país que más importó carne de Brasil en 2016, con 22.507.934 kilogramos, según el Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios del país carioca. Y el negocio se mantiene. El pasado 20 de marzo se reportó un nuevo cargamento arribando a costas caribeñas con 16 contenedores de pollo importados desde la brasileña BRF.
La revista digital Informes, que edita la Cámara de Comercio de Puerto Cabello, se rige por datos que le reportan las navieras directamente. El cargamento que arribó el 20 es de 401,4 toneladas de “pollo eviscerado con menudos congelados”. La consignataria de la carga es la estatal Corporación Única de Servicios Productivos y Alimentarios, creada en mayo de 2016. Según una nota de El Universal, la carga sería distribuida a Empresas de Propiedad Social (EPS) conformadas por consejos comunales.
El pollo, que arribó al muelle 24 del puerto de Puerto Cabello —el más grande del país— fue reportado a las 2:15 a.m., a bordo del buque JPO Aquarius, de bandera portuguesa, proveniente del puerto de Paraguaná, en Brasil. De acuerdo con páginas internacionales de seguimiento satelital del tráfico marino, para la madrugada del viernes el barco todavía estaba en aguas nacionales atracado (inmovilizado).
Mauricio Moscardi, comisario de la Policía Federal, dio detalles sobre la operación Carne Fraca. “”Usaban ácidos y otros productos químicos, en algunos casos cancerígenos, para disimular las características físicas del producto podrido y su olor”. En medios internacionales se le reseña desde ya como una la mayor operación de la policía brasileña en la historia, con 1.100 agentes involucrados en dos años. Para lograr la aprobación del ministerio, las empresas habrían pagado sobornos a los funcionarios de Gobierno. Representantes de las industrias negaron las acusaciones.
Una conversación telefónica entre dos funcionarios detalla cómo un cargamento fue devuelto de Europa. Lo rechazaron por contener salmonella. El Gobierno brasileño ha realizado 33 despidos y la policía emitió 27 órdenes de arresto. En Venezuela todavía no hay pronunciamiento sobre la relación existente con la empresa BRF y la calidad de controles sanitarios realizados en terminales marítimas como Puerto Cabello.
En Venezuela, para realizar cualquier tipo de negocios con el Estado, es necesario estar inscrito como empresa en el Servicio Nacional de Contrataciones. Pero eso no se ha cumplido para la importación de pollo desde Brasil. El agente portuario encargado de la transacción del cargamento de pollo que arribó el 20 de marzo es Agencia Marítima Mundo Mar C.A. El Registro Nacional de Contratistas (RNC) muestra que no culminó su inscripción, una irregularidad no aclarada por el Gobierno hasta el momento.