Venezolanos en pobreza mas no en hiperinflación
- Economía
- 05/04/2017
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Lo grave no es el término que define la crisis, sino la destrucción que causa en el bolsillo venezolano. Inflación, hiperinflación, inflación elevada y estanflación han sido algunos de ellos, pero dificilmente se llega a un acuerdo sobre cuál es el que aplica para Venezuela. Más allá de uno u otro criterio, el país atraviesa un grave episodio de pobreza.
Al respecto fue consultado Luis Oliveros, economista y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien comentó que si bien Venezuela presenta en un grado menor los síntomas de la hiperinflación y “es candidata número uno” para caer en esta, aún no ha llegado. El término, “se ha manejado de forma alarmista”.
Sobre la multiplicación de los precios en los últimos cuatro años, explicó que si bien se dan cada vez en menos tiempo, son reflejo de una inflación elevada, pero aún no de una hiperinflación, que en la teoría económica está signada por síntomas como un incrementomensual del 50 % de la inflación.
Aunque en Venezuela no se cuenta con cifras oficiales, analistas privados refieren que la inflación mensual promedio del primero trimestre de 2017 fue del 22 %, mientras que la de igual periodo en 2016 fue del 15 %, las cuales son cifras igualmente peligrosas, pero no propias de la hiperinflación.
Mientras socios comerciales registraron inflaciones de 6 % y 7 % anual y vecinos como Argentina del 30 %, el marcador venezolano se estimó entre el 500 % y 800 %, lo cual generó múltiples discusiones, que determinan que la economía criolla es hiperinflacionaria. No obstante, Oliveros explicó otros mecanismos teóricos que evidencian un proceso de hiperinflación, como la indexación de los contratos (salarios, arrendamiento y otros) con la inflación mensualmente, así como el rechazo unánime a tener bolívares, por lo que se adquieren deudas para no disponer de dicho dinero.
Ambos patrones se presentan en el país, pero no de manera total, ya que los salarios no se ajustan con base en el porcentaje inflacionario, el cual oficialmente se desconoce, además que existe una importante demanda del bolívar.
Subrayó que el endeudamiento a través de mecanismos como Tarjetas de Crédito y otros, que comprometen el dinero a futuro, son síntomas de pobreza, más que de hiperinflación.
-Es un síntoma de que la demanda por bienes disminuye de manera importante, porque no tienen capacidad de compra y esa ha sido una de las razones que ha atentado para que no caigamos en hiperinflación, porque al haber una contracción de demanda de consumo privado, como la que se vive en Venezuela, se forma una pared para que los precios no sigan creciendo.
Sin embargo, apuntó que el comportamiento puede cambiar durante el 2017, si las entidades bancarias incrementan las cuotas de crédito o si la oferta de bienes disminuye de manera aún más importante.
Calificó el actual sistema económico como una “total distorsión”.
En términos de dólares, Venezuela ha perdido 66 % de su posesión y en bolívares reales más del 40 % en los últimos cuatro años.
Adicional al empequeñecimiento económico (caída de Producto Interno Bruto), se registra una inflación galopante, combinación que no había registrado ningún otro país de la región, ni los que han pasado por hiperinflación.
Al tiempo que existe una reducción importante del consumo, hay una reducción de la oferta de bienes, condicionantes que ralentizan el camino hacia la hiperinflación
El economista advirtió que lo aún más lamentable es que el Estado tampoco tome correctivos en política económica, por lo que la economía podría continuar su caída y estimular la inflación.