Producción no se recupera con medidas aisladas
- Economía
- 31/05/2017
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Recientemente fue publicada mediante resolución del Banco Central de Venezuela (BCV), en Gaceta Oficial Nº 41.158, la nueva tasa de interés para operaciones crediticias del sector manufacturero, que se fijó en un monto anual no superior al 18%.
Si bien la tasa representa un beneficio, este no deja de ser aislado. Tampoco atiende el conjunto de conflictos que los afectan.
Así lo consideró Giorgio Reni Casas, presidente de la Cámara de Industriales de Lara y miembro de Fedecámaras – Lara, quien manifestó que como en ocasiones anteriores, se trata de beneficios puntuales que por sí solos no generan la recuperación de la productividad nacional.
A juicio del industrial la economía demanda soluciones estructuradas y conjuntas que atiendan diversos problemas como: falta de acceso a divisas y materias primas, pérdida de la utilidad y otros.
Para esto, es preciso reformar políticas económicas referidas a control de precios y de cambio, aumento unilateral del salario mínimo, inamovilidad laboral y adquisición de materias primas nacionales e importadas.
-Medidas concertadas entre Gobierno, empresarios y trabajadores, para coordinar acciones, serán la manera de sacar el país adelante.
Al consultarle si esta medida, en conjunto con la activación del nuevo sistema de Divisas Completarias (Dicom), representa un escenarios de recuperación de la actividad productiva nacional indicó que ambas son medias puntuales, de las cuales tampoco hay garantías de su eficiencia.
-Son enfoques parciales o soluciones particulares a problemas de gran envergadura. Creemos que las políticas cambiarias y otras tantas económicas deben ser tomadas de manera concienzuda. El Gobierno debe oír al trabajador, pero también al empresario.
Sobre el nuevo esquema cambiario, indicó que existen áreas grises que deben ser definidas.
Criticó la exclusiva participación de la banca pública, cuyos operadores aún no conocen a detalle el manejo del sistema. El sector ha formulados las mismas interrogantes a diferentes bancos públicos o agencias y las respuestas han sido disímiles, por lo cual sostienen que estos no están preparados para canalizar la demanda de divisas.