
La necesidad de un modelo de economía mixta frente a la amenaza del eterno modelo rentista petrolero
- Opinión
- 14/03/2024
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(El dilema de la economía agrícola venezolana)
Cuando el primer Ministro de Agricultura en Venezuela en el año 1936, Alberto Adriani habla en conferencias de “Sembrar el Petróleo” y meses después el Dr. Arturo Uslar Pietri lo eterniza con su artículo periodístico “Sembrar el Petróleo” quizás no imaginaron que casi cien años después la agricultura venezolana que soñaron seguiría dando giros sin mostrar avances trascendentales ni de significancia ninguna en el contexto mundial.
Así lo refiere el Ingeniero Agronomo, Fitopatologo y Ex Investigador Agrícola del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas: Freddy Colmenárez-Betancourt que considera que la base de los errores del Estado venezolano y sus instituciones con responsabilidades directas en materia agrícola puedan estar en la no consideración que significa disponer de dólares baratos procedentes de la actividad extractiva petrolera que una vez dentro del país favorecen e incentivan todo tipo de importaciones, incluidos los rubros agrícolas, que deslealmente compiten con la producción agrícola criolla que, por otro lado, también debe cancelar una mano de obra agrícola, comparativamente, más costosa que la mano de obra de aquellos países, sobretodo latinos, de donde proceden los rubros agrícolas importados.
Otro elemento es la erráticidad de las acciones oficiales que para el sector agrícola venezolano cada sistema político o partido de Gobierno impone.
De igual forma, en la dilapidacion de recursos económicos públicos, insumos y tiempo que no responde a una Visión agrícola que nunca ha sido discutida para Venezuela, pues sus agricultores producen sin un rumbo o un “Norte” discutido o definido y no es su culpa.
Debe implementarse un mecanismo de protección, sostiene el agronomo consultado.
Y afirma: la competitividad agrícola entre los países no debe verse como un dogma o receta impositiva de la Organización Mundial del Comercio, deben considerarse principios que garanticen el buen desempeño de las economías rurales a lo interno del país y sus posibles repercusiones sociales y ambientales mientras no se les ofrezca una alternativa laboral estable o de desarrollo.
Un ejemplo destacable es la migración venezolana, las primeras migraciones fueron de las zonas urbanas en las grandes capitales, ahora en los últimos años sigue una tendencia pero de las zonas agricolas.
En ese sentido, afirma, deben valorarse las estrategias necesarias para re pensar las formas pasadas y acciones presentes de atención del sector agrícola, sobretodo para los próximos años que se prevé un aumento de los ingresos del petróleo que sin duda será beneficioso para la economía pero que, a su manera de ver, no está claro si la previsible y relativa bonanza de petrodolares va a significar la concesión de financiamientos, subsidios y condenación de deudas agrícolas sin atender a un Plan Estratégico Nacional, que vuelva a repetir tantos errores del pasado por parte de quienes dirigen el Estado Venezolano.
Considera el Ingeniero Colmenárez-Betancourt que ese gran debate debe darse más temprano que tarde y sin duda alguna que la participación de las Universidades, Centros de Investigación y entidades como la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines, entre otras debe ser considerada.
El dogma del neoliberalismo que mucho se enfatizó en los años noventa en el mundo entero, en lo que respecta a competitividad agrícola, pareciera ser solo cumplido por los países del Sur, los países del Norte protegen sus industrias agrícolas del Trigo (Rusia, Ucrania, EEUU), la industria del Tomate (sobretodo China), las del vino (Chile, Francia, Italia), etc.
En Venezuela debemos hacer lo propio frente a tanta importación libre, desleal e indiscriminada.
Las condiciones no son ni justas, ni sanas para nuestras economías rurales y si muy dolorosas las consecuencias.
Urge re leer los planteamientos de Alberto Adriani, Uslar Pieri y hasta a Mario Briceño Iragorry, para solo nombrar a literatos y sin menoscabo de los aportes que en el pasado ya hicieron los profesionales del agro venezolano como el Dr. Eduardo Mendoza Goitticoa, en su libro: “Una Pasion Venezolana”, entre otros.
Ante una última pregunta sobre su posible participación en el debate agrícola nacional que debería hacerse y la posibilidad de plantear su vision de la agricultura venezolana, así nos responde:
“Absolutamente. Si participaría porque el interes nacional siempre deberá estar por encima de toda idea, concepción o partido”
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