Jardines en azoteas para combatir la contaminación y ahorrar energía
- InternacionalesNoticias
- 12/04/2017
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Tener plantas en lo alto de los edificios ayuda a paliar las emisiones de dióxido de carbono y se ahorro hasta un 30% en la climatización del edificio, debido al “efecto toldo”.
La contaminación en algunas ciudades del mundo es alarmante. Las emisiones de CO2 superan por mucho los niveles máximos establecidos. Por esta razón, dirigentes de ciertos países han tenido que tomar medidas ambientales para frenar el deterioro del medio ambiente.
En Europa muchos países proponen cambios de gran magnitud en temas energéticos pero también cambios que pueden parecer insignificantes pero muy efectivos. Uno de estos cambios es el simple hecho de proponer o obligar a implantar espacios verdes el lo alto de los edificios.
Azoteas ajardinadas por ley
Uno de los países donde han decidido obligar por ley a incorporar jardines en las azoteas de los edificios de nueva construcción es Francia. Según expertos franceses, las plantas en lo alto de los edificios pueden ayudar a paliar las emisiones de dióxido de carbono, unas emisiones que en la actualidad en Francia multiplican por cuatro los niveles máximos establecidos. Además, se calcula que más de 20.000 personas mueren al año en Francia por culpa de la polución.
Copenhague, que no fue nombrada Capital Verde Europea 2014 por casualidad, ya tiene en marcha muchas iniciativas para mejorar la calidad del aire y entre ellas está la de los techos verdes. La capital danesa ha tomado la decisión de convertirlos en obligatorios con el objetivo de conseguir emisiones cero de CO2 para el año 2025.
La ciudad de Toronto, en Canadà, fue la primera ciudad en América que implementó una ley similar que ha permitido crear 1,2 millones de metros cuadrados de techos verdes en centros comerciales, edificios institucionales, casas particulares y complejos de apartamentos. También ha generado un ahorro energético anual de más de 1,5 millones de kWh. Posteriormente Chicago, Nueva York y Buenos Aires también se apuntaron al carro y adoptaron medidas similares.
La presencia de plantas en una zona ajardinada en lo más alto del edificio puede ser una ayuda para reducir hasta el 50% del dióxido de carbono que se emite a la atmósfera.
Contra la contaminación y a favor del ahorro
Y es que disponer de plantas y zonas verdes en las cubiertas de los edificios ayuda a combatir la contaminación urbana. Según la empresa de sistemas integrales para la construcción sostenible Danosa, la presencia de plantas en una zona ajardinada en lo más alto del edificio puede ser una ayuda para reducir hasta el 50% del dióxido de carbono que se emite a la atmósfera.
Además, los beneficios para el medio ambiente que puede acarrear poner jardines en las azoteas no son las únicas ventajas. Está demostrado que las plantas ayudan a aislar el edificio y, por tanto, mantener la casa más fresca en verano, el llamado “Efecto toldo” y a aislar del frío en invierno, permitiendo así un ahorro de energía. De hecho, según datos de Danosa puede llegar a ser una medida de ahorro de hasta el 30% en el gasto de climatización del edificio.
Según esta empresa la solución más práctica para mejorar el ahorro y sostenibilidad de edificios comunitarios consiste en instalar un pavimento aislante térmico junto con una solución de cubierta ajardinada ecológica, que proporcionará la vegetación. “La combinación de estas dos soluciones integrales no sólo mejorará la estética del edificio sino que lo hará más eficiente energéticamente”, aseguran desde Danosa.
Casos prácticos en Barcelona
La Universidad Pompeu Fabra transformó hace menos de un año la cubierta del edificio Mercè Rodoreda del campus de la Ciutadella en un espacio verde. La propuesta, que se enmarca en el Compromiso de Barcelona por el Clima, quiere contribuir a convertir los espacios urbanos de la ciudad en zonas más ecológicas y sostenibles.
“La UPF es una universidad muy urbana y con muy poco espacio verde. Queremos poner nuestro granito de arena para hacer una ciudad más sostenible, y apostamos por ampliar las zonas verdes y los jardines verticales en la universidad”, ha explicado Mònica Figueras, vicerrectora de Responsabilidad Social y Promoción de la Universidad Pompeu Fabra.
Además se aprovecha la cubierta verde como espacios de experimentación donde se estudian que sustratos, construcciones y plantas con más adecuados para este tipo de espacios.