
Historia de la Acuicultura Venezolana
- Acuicultura
- 13/09/2016
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La acuicultura en Venezuela tiene sus orígenes en la piscicultura continental, con el aprovechamiento de especies autóctonas así como la importación de especies exóticas que permitieron diversificar los cultivos. Los primeros pasos o intentos acuícolas en el país se remontan al primer decreto dictado por el General José A. Páez, para sembrar peces “marinos” en el Lago de Valencia. Luego, en 1937, año cuando nace oficialmente esta actividad en el país con la introducción exitosa de Truchas (Oncorhynchus mykiss) en la región andina con el objeto de poblar los cuerpos de agua en alturas que oscilan entre 1.800 y 4.000 m, los cuales carecían hasta la fecha de una fauna íctica adaptable. Cabe destacar que Venezuela fue la primera nación andina donde se introdujo la trucha.
Para 1940 se importa Carpa (Cyprinus carpio) a la Colonia Tovar (Aragua), cuyo cultivo actualmente no está documentado ni legalizado. En 1959 se importa Tilapia (Oreochromis mossambicus), y se siembran alevines en el Lago de Valencia y Cumaná (en cuerpos de aguas naturales). Posteriormente, en 1960 se inicia el cultivo del Mejillón (Perna perna) y de la Ostra de Mangle (Crassostrea rhizophorae) en el oriente de Venezuela. En 1974 se desarrolló la tecnología de hipofización del Coporo (Prochilodus mariae), Palometa (Mylossoma duriventre), Cachama Negra (Colossoma macropomum) y la de sus híbridos conocido como Cachamay o Cachamoto, resultado del cruce con la Cachama Blanca o Morocoto (Piaractus brachypomus).
El rubro de tilapia se mantuvo relativamente estancado durante un largo período desde su importación, aproximadamente hasta 1989, cuando la iniciativa privada instruyó inversiones en los cultivos de tilapia (Oreochromis sp.) y camarón tanto de especies exóticas marinas (Litopenaeus vannamei) como exóticas continentales (Macrobrachium rosembergii) y autóctonas (M. carcinus y M. amazonicus), los cuales para finales de los ‘90 se habían convertido en las actividades más importantes del sector.
Hoy en día, solo el rubro de camarón marino de los mencionados en el párrafo anterior, es el único que ha prevalecido en el tiempo convirtiéndose en el más exitoso de la producción acuícola venezolana, cuya superficie rebasa muy por encima de los demás rubros con más de 8.000 hectáreas de capacidad instalada, seguidas por las especies autóctonas como la Cachama, el Morocoto (incluido el híbrido de éstas), el Coporo y el Bocachico. Mientras que más atrás, en cuanto a producción, le siguen las especies de Trucha y la Tilapia, sin dejar de mencionar algunas especies ornamentales y una pequeña pero significativa producción local de Paguara en el estado Sucre.