“En Guárico sí tuvimos una buena recuperación alrededor de 50%, pero porque habíamos caído mucho en 2015; la meta es que este año fueran 200.000 hectáreas en ese estado y apenas alcanzamos 150.000” acotó el vocero.
Según los cálculos de Fedeagro, el maíz blanco alcanzaría para cuatro meses de consumo. “No es una noticia muy buena para los venezolanos, porque nosotros necesitamos alrededor de 1.300.000 toneladas y apenas vamos a lograr unas 500.000”.
De un kilo de maíz se sacan 700 gramos de harina, lo que representa cuatro meses de consumo. Fedeagro y sus programas de producción cubren en el país el 85% de la demanda, unos privados casi un 7% y el Gobierno entre 6% ó 7%.
“El público no ha crecido, yo lo he monitoreado en los últimos seis años y no supera el 6% ó 7% de la siembra, cuando lo llevas a producción todavía la caída es mayor, porque no son eficientes” sostiene Fantinel.
A juicio del representante, el problema del Estado es que sus productores no tienen asistencia técnica, aún cuando, el 0,5% de créditos que reciben para programas de producción y para los agricultores, van destinados al Ministerio de Agricultura, para este servicio.
“Eso no existe y una de las grandes debilidades que tiene Agropatria a diferencia de Agroisleña, es que esta tenía asistencia técnica. Son fortalezas que hemos perdido, (…) podemos sembrar muchas hectáreas, pero no tenemos eficiencia” expresó Fantinel.
Los campesinos asociados a la patronal no han recibido títulos, aunque mencionan que tienen conocimiento de la existencia de tierras Inti, sobre todo en los estados Barinas y Portuguesa. “Sé que hubo unas entregas a algunos campesinos, pero que sepa yo de mi programa de producción, no, en la zona de Turén y Santa Rosalía que son las más fuertes, no hemos tenido información”.
Abigeato o hurto de ganado
El hurto de reses pasó de 1.200 mensuales a casi 12.000 este año, en todos los estados del país. Según Fantinel, hay bandas organizadas que roban con camiones o llegan a caballo y se llevan un lote importante. “Hemos tenido productores a quienes le llevan entre 40 y 60 reses”.
Como consecuencia, el vocero explica que no hay control de la matanza y se convierte en lo que ellos llaman, matanza de carne caliente. “Lo que yo observo es que en cualquier rincón del país, hay una carnicería en una casa o en una esquina de una calle, eso es una matanza en caliente”.
A su juicio la venta de esta carne no debería permitirse, porque la mayoría es robada. “La carne que va a los mataderos industriales que son alrededor de 57 en el país, es una carne que viene de los ganaderos y que lleva un control sanitario, eso hay que resaltarlo”, subrayó Fantinel.
“Esa carne en caliente no tiene ningún control sanitario, no pasa por cadena de frío, de manera que hay que ponerle la lupa. Le hago un llamado al Gobierno, al Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Isai) y a la Guardia Nacional a que tome cartas en el asunto”, reiteró.
Para el vocero gremial la situación es alarmante y afirma que se trata de un daño patrimonial. Una res promedio cuesta entre 200.000 ó 300.000 bolívares, lo que equivale mensualmente a 3.600.000.000 de bolívares, solamente en robo.
Según el registro que hay en general y los biológicos que entregan a los ganaderos, no hay más de 11 millones de cabeza de ganado en todo el país. Para Fantinel la situación económica de los ganaderos está comprometida, por no cubrirles modestamente los costos de producción.
“El precio de la carne a los ganaderos debería estar oscilando en 1.000 ó 1.500 bolívares y apenas nos están pagando 700 ú 800 bolívares, la leche debería costar a puerta de corral unos 500 ó 600 bolívares”, explicó.
Caída de la producción
Para la siembra norte verano, Fedeagro dice que se planificó, de forma muy ajustada a la situación de insumos, pero que también programó unas 50.000 hectáreas de sorgo, 50.000 de girasol, 30.000 de soya y 50.000 de caraotas en el occidente del país; de estas últimas ya recibieron las semillas.
En el caso de las hortalizas, alcanzaron el 40% de la siembra y en verano que es el período más efectivo para este rubro, están prácticamente sin semillas, ni fungicidas, por lo que habrá menos de este rubro en el mercado.
El año que viene estiman que habrá una mayor caída en la producción de cereales. “En arroz caímos ya en 35%, en caña de azúcar 30% y antes abastecíamos el 60%. En arroz éramos autosuficientes y en maíz blanco, hasta el año 2012, en hortalizas la caída es más drástica” aseveró.
“Tuvimos una siembra de casi 40% menos y en arroz teníamos aspiraciones de unas 150.000 hectáreas y apenas logramos sembrar 90.000; estas 90 mil toneladas representan tres a cuatro meses de consumo” expuso el vocero.
En el país 17 estados dependen del PIB agrícola, según la entidad. En el Zulia la primera entrada de dinero proviene del petróleo y luego de la ganadería y lácteos. Aseguran que la ruralidad está desapareciendo, por la falta de repuestos, de maquinarias y por la inseguridad.
Anteriormente, Fedeagro exportaba unas 200.000 toneladas de arroz, inclusive relatan que competían con Ecuador para venderle arroz a Colombia, desde el año 96 hasta el 2003.
En el 2014 en arroz suplían el 80% del consumo nacional y en maíz en ese mismo año abastecían el 52%, ahora se ubican en 33%. En maíz blanco destacan que “éramos autosuficientes. Hasta el año 2013 abastecíamos a plenitud, pero luego de eso hemos venido cayendo” manifestó.
Para la federación, su recuperación se debe a la planificación y asistencia técnica con la que cuentan, para atender a los campesinos. Sin embargo, hacen hincapié en que es necesario frenar la inseguridad para que los productores puedan elevar la siembra y poner una lupa sobre la carne que llega a manos de los consumidores venezolanos.