Trigo ruso no alcanzará para llevar el pan a la mesa
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- 06/07/2017
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· El mandatario venezolano aseguró que llegarán de Rusia 60 mil toneladas mensuales de trigo
· Es tercera vez que se realiza el anuncio en 7 meses
· A pesar de una posible materialización, el trigo ruso representa solo el 28% de la demanda nacional en materia panadera
Caracas.- En una transmisión de Venezolana de Televisión, el Presidente de la República se dirigió a la nación desde la capital para informar sobre el reimpulso y fortalecimiento del Programa de Alimentación Escolar (PAE). Durante el contacto televisivo, el primer mandatario nacional también se refirió a temas económicos y alimentarios, en el que aseguró que ya todos los trámites estaban listos y los convenios firmados para recibir desde la Federación Rusa 60 mil toneladas mensuales de trigo. El anuncio se hace en el medio de la denominada por el gobierno “guerra del pan”, una situación de profunda escasez de harina de trigo que afecta a las más de 10 mil panaderías y panificadoras que existen en el país y a los ciudadanos en busca del preciado derivado del trigo.
Retardo Burocrático
Sin embargo, no es primera vez que se escucha el anuncio. En octubre de 2016, en un acto en conmemoración del día de la resistencia indígena, Nicolás Maduro aseguró que se cerraría un acuerdo con Rusia que garantizaría “todo el trigo que necesita Venezuela para su pan, para su vida, en lo que resta de este año y los años 2017 y 2018”. Sin embargo, para el año 2016 no se materializó el acuerdo entre las dos naciones. De igual forma ocurrió el 6 de diciembre, cuando en el encuentro nacional del Congreso de la Patria el presidente venezolano aseguró que, en una conversación el presidente ruso, Vladimir Putin afirmó que “todo el trigo que necesite Venezuela, lo tenemos listo para enviarlo”; a la vez, el mandatario culpó al gremio pandero y dijo a la asociación panadera nacional “vamos a acabar las colas en las panaderías con el trigo ruso”.
Fue 5 meses más tarde cuando se especificó qué tanto trigo se estaría comprando a Rusia: 60 mil toneladas mensuales. Incluso antes del anuncio oficial, expertos del área consideraban insuficiente la colaboración rusa. El ingeniero agrónomo y ex decano de la Facultad de Agronomía de La Universidad del Zulia, Werner Gutiérrez Ferrer, explicó que el trigo está entre los 5 alimentos más consumidos en Venezuela, opinión que concuerda con la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) que muestra que los derivados de la harina de trigo ocupan el tercer puesto entre los alimentos más consumidos en nuestro país, después de la harina de maíz y el arroz. Incluso haciendo la división entre los distintos niveles de pobreza, la harina de trigo se encuentra en tercer lugar de consumo entre los sectores de la población que sufren de pobreza extrema y no extrema y de segundo entre los no pobres y los que sufren de pobreza reciente. Es por eso que la escasez de harina de trigo y sus derivados ha resultado en un hecho que ha afectado enormemente a la familia venezolana y sus hábitos alimenticios.
Salvavidas ruso no es suficiente
Gutiérrez asegura que la industria panadera demanda unas 4 mil toneladas por día, lo que se traduce en 120 mil mensuales, para un funcionamiento regular. En este rubro en particular, el gobierno nacional es el único autorizado a importar trigo, que es llevado a los 13 molinos repartidos en el territorio nacional, pertenecientes a la industria privada, que muele y procesa la materia prima en harina. En el cálculo mensual de la harina, autoridades de la Federación Venezolana de Industriales de Panificación y Afines (Fevipan) aseguran que para el funcionamiento regular del sector panadero se necesitan 120 mil toneladas mensuales en los molinos, esa cantidad en tránsito desde los molinos a las panaderías y otro volumen similar del producto en proceso de compra, en un sistema que al momento de retrasarse, perjudica a todos los miembros de la cadena, incluido el usuario que busca pan y no lo consigue. Además pone en riesgo cerca de 300 mil empleos directos y 1 millón 200 mil empleos indirectos que, según Juan Crespo, presidente de la Federación de Trabajadores de la harina (Fetraharina), hacen vida en torno al sector.
Además, la harina de trigo no es usada exclusivamente para hacer pan. De acuerdo al diario zuliano Versión Final, apenas el 56% del trigo importado es usado en las panaderías y pastelerías, otro 30% es usado por empresas para la elaboración de pastas alimenticias, sector que también sufre de escasez, un 10% para el consumo en el hogar y un 4% para galletas. Bajo esos cálculos, de las 60 mil toneladas de trigo ruso apenas 33 mil 600 serán destinadas a la fabricación de pan, lo que representa apenas el 28% de lo que necesita la industria panadera. A pesar de que las cifras oficiales de la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro), dadas a conocer en Venezolana de Televisión, aseguran que en el 2016 se importaron 2 millones 495 mil 285 toneladas de trigo, se desconoce qué cantidad se otorgó al sector panadero.
¿Negocios convenientes?
El anuncio del trigo ruso levanta diversas sospechas, especialmente con la logística requerida para la importación de dicho bien. Según Werner Gutiérrez, los proveedores tradicionales de Venezuela eran Estados Unidos, Canadá, México y Argentina, todas naciones en el continente americano, lo que recortaba el tiempo de envío y bajaba costos. Desde el puerto ruso de Novorossiysk a costas venezolanas el buque tarda 18 días de viaje. Desde Argentina son 14, desde Canadá 8 y desde Houston, en Estados Unidos, son apenas 6. El tiempo y el costo son parte de una fórmula que podría asegurar el abastecimiento de pan a nivel nacional y Rusia es la opción más lenta.
En cuestión de calidad, mejor grado indiscutible es el canadiense. Los expertos comparan el trigo ruso con el argentino, y según El Cronista, diario argentino especializado en economía, el trigo argentino es el más económico del planeta, cuando marca una diferencia de entre 5 y 10 dólares con respecto a los demás competidores. A pesar de un costo menor y una logística más corta, el gobierno no ha emprendido ninguna tarea de importación con productores de la nación sureña. Cálculos de Werner Gutiérrez precisan que, sin incluir diferencias por el flete, el sobre precio del trigo ruso podría significar cerca de 6 millones de dólares al año.